Las montañas
cristalizan en mil años
y el mar gana un
centímetro a la tierra
cada dos
milenios,
horada el viento
la roca
en cuatro siglos
y la lluvia,
también la lluvia
se toma su tiempo para caer.
Sé paciente con
mi corazón
que suspira por
una obra duradera.
Como el viento,
como la lluvia,
también mi
corazón
se toma su tiempo
para caer.
Luisa Castro