19 de noviembre de 2005

El precio de la cultura

Después de muchos años ensayando en locales de la Escuela Municipal de Música del Ayuntamiento de Binéfar, la pasada semana la concejalía de cultura nos remitió una carta en la que se nos comunicaba que a partir de ahora deberemos pagar un alquiler. Al parecer existe una ordenanza municipal que tasa el uso de locales públicos no solamente para nosotros sino para cualquier otra asociación cultural que necesite hacer uso de ellos. El precio es de cuatro euros la hora, y con esta ordenanza nuestro ayuntamiento significa claramente la importancia que concede a la cultura y a la llamada "Sociedad civil".

La Coral de Binéfar es una entidad de carácter particular, ajena al poder político. Somos sencillamente un grupo de personas de diferentes edades, profesiones e ideologías, amantes de la música. Aunque la mayoría de sus miembros es de Binéfar también hay personas de Almacellas, Sucs, Barbastro y Esplús, aragoneses y catalanes unidos por la maravillosa afición de cantar, cantar para sí mismos pero también y sobre todo para los demás. Ni ellos ni, lo que es más inusual, su directora, cobran nada por ello, su esfuerzo no tiene más recompensa, y no es poca, que la satisfacción de añadir calidad a sus vidas y hacer cultura.

La Coral de Binéfar ha llevado el nombre de su localidad allí donde ha cantado, y lo seguirá haciendo. Qué triste paradoja que nuestro propio Ayuntamiento sea quien menos interesado está en nuestra actividad, como lo demuestra el hecho de que en los últimos años nunca nos hayan invitado a cantar en sus programaciones culturales. Lo cierto es que nuestra independencia, plasmada en su día en la negativa democráticamente expresada por nuestros miembros a la posibilidad de convertirnos en la Coral del Ayuntamiento, en las condiciones que desde allí nos planteaban, nos pasa factura. La posibilidad de que exista una Coral ajena al organigrama municipal la convierte, al parecer, en algo indeseable. Cuando la llamada "Sociedad civil" pasa de ser una cómoda expresión general a pura y diáfana realidad, lo peor de la política hace aparición: si no podemos apuntar en nuestro haber lo que hacéis no merecéis cobijo alguno; si vais por libre este gobierno municipal no tiene por qué ayudaros, si vais por libre estáis solos. Éste es el concepto de la cultura que manifiesta el Ayuntamiento de Binéfar. Los locales municipales no son del pueblo soberano, son suyos, de ellos; quien quiera hacer cultura que la pague. Qué penoso y lamentable.

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